domingo, 22 de septiembre de 2024

Vivanco y el perdonado del siglo

 Por Daniel Matamala


"Que fácil mes caer en las fauces de las grandes mineras y los grupos económicos cuando uno se convierte en el zapato para oponerse a sus grandes intereses, como a mi me tocó como senador Lavandero, incluso, hacerlo. Esta es la muestra de lo que ocurre..."

Columna de Daniel Matamala: 

El perdonazo del siglo

Esta semana, la Corte Suprema extendió sus cargos contra la suspendida jueza Ángela Vivanco. Se la investiga ahora, también, por presuntas irregularidades en una serie de causas. Entre ellas, el recurso de casación caratulado con el rol 17536-2019.

Ese no es cualquier fallo. Es uno que le costó al Fisco 61.536 millones 160 mil pesos. Los mismos que se le perdonaron al dueño de SQM, Julio Ponce Lerou.

El 2 de octubre de 2020, con la firma decisiva de la ministra Vivanco, la justicia ejecutó el perdonazo del siglo.

La historia comienza en 2012, cuando la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) develó la trama del caso Cascadas, la catarata de sociedades a través de las cuales Julio Ponce controlaba SQM, el botín personal con que el exyerno de Pinochet se hizo en las privatizaciones de la dictadura de su suegro.

Ponce y sus compinches usaban las sociedades cascadas para un esquema en que se vendían a sí mismos acciones de SQM a precios bajo el mercado, mediante “remates” que se anunciaban con minutos de anticipación y órdenes de venta directas. Luego, vendían a precios significativamente mayores.

El esquema, según la SVS, le permitió a Ponce y a sus compinches embolsarse irregularmente 332 millones de dólares entre 2009 y 2011, generando perjuicios por 300 millones al resto de los accionistas, incluyendo los fondos de pensiones, que tenían grandes inversiones en los negocios de Ponce.

Las AFP involucradas y la superintendencia del ramo calcularon que los fondos de pensiones perdieron entre 31 y 44 millones de dólares debido a este esquema, con más de siete millones de afiliados afectados. Si usted tenía dinero en su fondo de pensiones entre 2009 y 2011, es probable que haya sido uno de los esquilmados para constituir el magnífico botín de Julio Ponce y sus compinches.

La SVS aplicó a los involucrados la “multa de siglo”, la mayor sanción en la historia del organismo, por 1.700.000 UF. Al cambio de hoy, 64.376 millones 960 mil pesos o, si usted prefiere, 69 millones 205.232 dólares.

La multa correspondía al 30% de las operaciones irregulares, el máximo que permitía la norma. Esta fue ratificada en 2016 por el 18ª Juzgado Civil, pero la artillería legal de Ponce, “ideólogo y promotor” del esquema según la SVS, tenía más sorpresas preparadas. Decidieron ir por el Tribunal Constitucional. En 2018, por seis votos contra cuatro, el TC determinó que la norma que permitía a la SVS multar por hasta el 30% de las operaciones irregulares era inconstitucional, por ser “vaga e imprecisa”.

Con esa carta bajo la manga, Ponce llegó a la Corte de Apelaciones, que le dio la razón, y luego a la Corte Suprema. ¿Sobreviviría la “multa del siglo”? ¿O se saldría Julio Ponce con la suya, pagando una sanción ridícula en comparación a sus ganancias?

El fallo de rol 17536-2019 zanjó la controversia.

Y, como sabemos todos quienes vivimos en Chile, la respuesta a estas preguntas es siempre la misma: Ponce siempre gana.

Dos de los ministros (Sergio Muñoz y Pedro Pierry) votaron por mantener en pie la multa, considerando, entre otros puntos, que “la regla en cuestión se encontraba vigente” al imponerse la sanción, y “únicamente se dio contenido a su inconstitucionalidad con posterioridad”, por lo que eliminarla significaría aplicar una norma de manera retroactiva.

Sin embargo, los otros tres jueces (Ángela Vivanco, María Eugenia Sandoval y Diego Munita) consideraron que el fallo del TC sí debía aplicarse y, por lo tanto, la norma que permitía a la SVS sancionar no valía el papel sobre el que estaba escrita.

En cambio, solo podría aplicarse otra regla, que apenas autorizaba a la SVS multar por un máximo de 75 mil UF.


Así, aunque las transacciones fraudulentas estaban acreditadas, la multa bajaba de 69 millones a tres millones de dólares. Ponce pagaría apenas el 4% de la sanción original y solo el 2% de las utilidades que había obtenido.

En otras palabras: a Ponce lo pillaron con las manos en la masa embolsándose 100. El castigo decretado por la justicia chilena: devolver solo dos de los cien.

Sólo para tener una comparación: el “robo del siglo” ejecutado por la banda de “Baby Bandito” alcanzó los seis mil millones de pesos. El “perdonazo del siglo” de la justicia a Ponce fue 10 veces mayor: alcanzó los 61 mil millones de pesos de rebaja, desde la sanción original a la estipulada por la Corte Suprema.

Esta fue la arista civil del caso. Existió también una arista penal, pero con escasas probabilidades de éxito. Según el doctor en Derecho de la Universidad de los Andes Osvaldo Lagos: “No existían tipos penales diseñados para sancionar estos ilícitos, y no porque se trate de conductas inimaginables, sino que porque la legislación penal en Chile tiene estándares distintos para ricos y pobres”.

El 24 de mayo de 2024, silenciosamente, la Fiscalía comunicó su decisión de no perseverar en su indagación penal contra Ponce. Fue la palada final en el entierro del caso.

Ahora, la Corte Suprema indagará la actuación de Ángela Vivanco en el fallo que selló el “perdonazo del siglo”. Cuatro relatores de la corte acusan a la jueza de “incumplimientos de las normas y criterios existentes” en la tramitación de esta y otras causas.

¿A qué se debió la inusual actuación de Vivanco en este caso en particular? En sus chats con Luis Hermosilla, ambos se coordinan para instalar ministros en la Suprema, integrar salas de una manera favorable a los intereses del penalista y comparten información reservada sobre sus causas. También hay indicios de irregularidades de Vivanco para beneficiar a una empresa bielorrusa en un litigio contra Codelco.

¿Habrá evidencia también de tráfico de favores en el “perdonazo del siglo”? Aún no lo sabemos. Pero sí es un hecho que la forma en que la justicia actúa en casos que involucran al poder económico está en tela de juicio.

La sospecha es que el peso del dinero en la balanza de la justicia es irresistible. Que el color del dinero se cuela por los entresijos de la venda que debería ocultar su mirada del poder de quienes acuden a ella para hacer justicia.

Y por eso es una exigencia que la Corte Suprema y la Fiscalía, en investigaciones rápidas y transparentes, develen toda la verdad tras este fallo que vale 61 mil millones de pesos.

miércoles, 18 de septiembre de 2024

La Tercera Gran Guerra

República Bolivariana de Venezuela, obstáculo a la hegemonía occidental 

por Arévalo E. Méndez Romero (Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Chile )

 


Hoy Medio Oriente es un hervidero, tal vez con más riesgos que cuando los continuos conflictos llevaron a países de la región a confrontaciones bélicas. Occidente definitivamente ha decantado por la guerra, dando aliento, por cierto, a expresiones terroristas con el propósito de mantener al mundo en vilo. También el miedo genera ganancias.

El factor más incidente en la apuesta occidental por un mundo intranquilo y cada día más lejos de la paz y el entendimiento entre naciones es la inseguridad energética.

Específicamente los estrechos de Bab el Manded y canales de Suez y Ormuz, sitios por donde pasa más del 30 % de la energía consumida diariamente en el mundo, constituyen nudos hipercríticos dominados siempre por Washington, París, Londres y Tel Aviv. Arabia Saudita reorientó su brújula.

Irán recompone relaciones con los sauditas y ambos ingresan conjuntamente con Qatar al Brics reduciendo significativamente el poder y la influencia de Washington y aliados obsecuentes en el dinamismo energético/financiero mundial.

Este nuevo mapa geopolítico descompone el mapa de influencias e intereses corporativistas de Washington y súbditos. Occidente prácticamente queda confinado, en tanto disponibilidad de gas y petróleo en volúmenes bélicos a los yacimientos del mar del Norte y golfo de México, reconociendo que ambos entraron en fase de decline definitivo.

Es así como los yacimientos venezolanos entran en el radar de la geopolítica energética mundial, igual ocurrió durante la II Guerra Mundial. Gran parte de los descomunales recursos financieros dispuestos por Washington para la ejecución del plan Marshall fueron expoliados a Venezuela y México merced a la entrega de petróleo a precios viles alimentando las arcas de Estados Unidos.

Se agrava más la situación por cuanto el mar del Norte y golfo de México han entrado en fase de pleno declive de producción y otras fuentes de magnitud bélica como lo son Rusia, Irán y Arabia Saudita están definitivamente fuera del alcance de Occidente. Un aspecto fundamental en el propósito bélico occidental para enfrentar a los cuatro grandes centros de resistencia (China, Rusia, Irán, Corea del Norte) deviene de la necesidad fundamental de que Washington asegure energía al hemisferio occidental y a Japón. Al respecto, solo los yacimientos venezolanos atesoran esa capacidad. Es esta una realidad en clave fatal.

Si Washington lograse, con el criminal silencio de gobernantes súbditos, especialmente latinoamericanos, montar a un títere en Miraflores, habrá un 70 % de probabilidad de una III Guerra Mundial por lo que no es exagerado afirmar que el presidente Nicolás Maduro es demostrablemente un obstáculo que frena una gran confrontación que anuncia armas atómicas, hecatombe que Washington desea ardientemente para solventar su monumental déficit financiero que adquirirá visos de país con rumbo seguro a la pobreza si, como se propone el Brics, logran desplazar al dólar como falsa moneda que, siendo, como lo es, una entelequia, rige la economía global.

De manera que la tenacidad del comandante Hugo Chávez por reducir al mínimo la dependencia venezolana del mercado energético usamericano y la persistencia del presidente Nicolás Maduro por mantener a los usamericanos fuera de las estructuras de dominación sobre los yacimientos nacionales constituyen un desafío inaceptable para el corporativismo financiero y energético.

El grupo Brics pronto anunciará la activación de un sistema propio de pagos internacionales que dejará al Swift enanizado. Venezuela quiere decir presente en ese escenario que rompe el tedio y la loca esquizofrenia de Washington y súbditos, incluyendo los gobiernos atarantados latinoamericanos cuya escasa visión estratégica les somete a mostrarse simpáticos a la Casa Blanca como único asidero para hacerse de resquicios de reconocimiento.

Con Venezuela imaginan una más que fracasada pesca en río revuelto obsesionados con insulsos e intrascendentes pedidos de las “Actas” en tanto Maduro pone proa al futuro que sí o sí, viene porque viene.

Es así como Venezuela resiste la agresión por ser el único país occidental con volúmenes energéticos de magnitud bélica. Esa condición nos somete a la geopolítica codiciosa del hegemón que no encuentra salida a su ruindad moral y material como no sea la guerra.

Súmese, además, que el grupo Brics ya anunció moneda propia respaldada en materiales energéticos, oro, agua dulce y tierras cultivables, factores en los cuales Venezuela tiene voz reconocida y respetada.

¿Cómo podrán los atormentados presidentes súbditos en Latinoamérica contraponerse con visos de éxitos a estas inesperadas pero concretas realidades?

El títere Javier Milei aleja a Argentina del Brics, pero para Washington es imprescindible cortar el camino a Venezuela. Ronald Reagan amenazó con poner de rodillas a la OPEP. No lo lograron y con el surgimiento del grupo Brics se potencia la influencia de los países poseedores de materias estratégicas.

La Constitución Bolivariana establece que para Venezuela el espacio prioritario de cara al necesario ejercicio de las relaciones internacionales es Latinoamérica, pero, desafortunadamente sigue prevaleciendo la doctrina Monroe, no tanto por el poderío bélico usamericano sino por la escasez mental del liderazgo político regional actual, incapaz de superar a sus narices. Caminar con la vista fija en la tierra sin levantar la mirada trae consecuencias.

Hugo Chávez y Néstor Kirchner fueron maestros en la tarea de destrucción del ALCA tristemente un entorno de mediocridad estratégica acabó con la lógica y necesaria conformación del largamente ideado polo geoestratégico y geoeconómico suramericano y latinoamericano como lo fue la Gran Colombia.

Es así como el presidente Nicolás Maduro da continuidad al histórico plan de ubicar a Venezuela en un contexto de plena soberanía e independencia geopolítica estructurante y constructora de futuro interdependiente sin imposiciones neoimperiales y neocoloniales con fuerte asidero en la interrelación con potencias que han decidido deslastrarse del diktat usamericano.

Latinoamérica sigue sumida en la histórica intrascendencia paralizante anclada en la vana esperanza del mágico milagro de cambio radical de Washington que favorezca el desarrollo y abra cauces al combate a la pobreza. Tontas ilusiones por cuanto EEUU en su deriva imperialista ha tomado también rumbo a la pobreza. El Derecho Internacional y las razones históricas y culturales proveen a Venezuela de bases ciertas y metas alcanzables.

El 28 de julio Washington pretendió dar un largo paso rumbo a la III Gran Guerra, el Pueblo venezolano, sabio y paciente, truncó el plan belicista occidental.

Noticias 360

(Correo del Orinoco)