El día internacional de la mujer trabajadora
Sobre lo que se conmemora cada 8 de marzo existen varias versiones, al menos una de ellas debe llevar el nombre de la revolucionaria alemana Clara Zetkin.
Si, la revolucionaria Clara Zetkin, porque pese a la propaganda patronal, en su condición de propietarios de todos los grandes medios de comunicación, todas (TODAS) las conquistas sociales, políticas y económicas de la clase trabajadora llegaron de la mano de líderes populares, de izquierda, como Clara Zetkin, que tuvieron que enfrentarse a los aparatos policiacos y comunicaciones de los patrones.
Zetkin vivió entre los años 1857 y 1933. Intensa desde su infancia, vivió la persecución de las leyes alemanas que en un periodo de tiempo mantuvo la prohibición de que las mujeres militaran en partidos políticos. Radical en todos sus postulados, férrea defensora de la clase obrera y particularmente de las mujeres trabajadoras, llevó al congreso de la internacional socialista en 1910, la iniciativa de conmemorar el día de la mujer trabajadora, iniciativa aprobada y que con los años, de la mano de otras organizaciones obreras se extendió por el planeta.
El 8 de marzo no es día de flores, globitos y bombones, es una jornada de memoria, resistencia y lucha. Un momento para reflexionar sobre lo que significa nacer mujer en este país, especialmente cuando dimensionamos que un siglo después, las palabras de Clara Zetkin siguen golpeando de la misma manera: el trabajo femenino sigue siendo atractivo para la clase patronal, “no solo por su precio más bajo, sino también por la mayor dominación de la mujer”.
Luchar es liberarse, liberarse es ganar
la Igualdad.