Discurso del MPMR en el memorial del Cementerio General el Domingo 24 de agosto en homenaje a los combatientes caidos.
El 23 de agosto de 1984 quedará registrado en las páginas de nuestra historia. Un pequeño grupo de combatientes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez ejecuta una operación para recuperar armamento popular. En esta heroica acción caen combatiendo nuestros hermanos Julio Oliva Villalobos y Roberto González Lizama. Ricardo Hermosilla es herido y hecho prisionero, fugándose años mas tarde desde la cárcel pública de Santiago.
Nos reunimos hoy para recordarlos, para traerlos de nuevo a nuestras vidas, para que estén presentes en cada jornada de nuestra actual lucha.
Pero no queremos homenajearlos como a seres inmóviles, como estatuas de piedra. Los recordamos como vivo ejemplo de consecuencia revolucionaria.
El Frente Patriótico Manuel Rodríguez surge como una organización político-militar capaz de enfrentar al terrorismo de estado en todos los terrenos, incluido el armado. Nuestro ideario, inspirado en la gesta independentista, atrajo a miles de patriotas que comprendieron la necesidad de golpear al fascismo y derribar la dictadura pinochetista. Las acciones audaces, desestabilizadoras, la resistencia, se hicieron carne, sobretodo, en la juventud, que generosamente entrego todas sus energías en este empeño.
Somos herederos de la Política de Rebelión Popular de Masas, nos sentimos portadores de un anhelo de libertad y justicia social expresado a lo largo de la historia.
Vivimos en una sociedad que sigue acrecentando las diferencias sociales y cuyos principios se basan en la exclusión, la marginación y la represión de millones de seres humanos. Nos enfrentamos a un sistema político que restringe los derechos de las personas y viola la dignidad del ser humano.
En este nuevo periodo, los rodriguistas hemos diseñado la política del Poder Popular Revolucionario, como respuesta de carácter estratégico y tambien como guía de nuestro cotidiano accionar combativo.
Nuestro camino es la construcción de un movimiento popular , de un poder popular, con capacidades en todos los planos, que no dependa del Estado, que actúe como contrapoder, es decir, un poder desde abajo, diverso, autónomo, que centralice ideas y descentralice su accionar y creatividad.
Aspiramos a la democracia directa y participativa, germen del Poder Popular, entendido este como la capacidad política de autogestión y autogobierno de las organizaciones territoriales y sociales.
Nada ha cambiado en beneficio de las grandes mayorías, y nada cambiará por propia voluntad de los administradores y dueños del poder.
Nada tenemos que esperar de este gobierno. La concertación es parte del mal mayor, por tanto seguiremos de forma invariable opuestos a sus políticas, a sus discursos y a sus mentiras.
Consideramos imprescindible combinar creativamente las formas de lucha social y política, legal y clandestina, la protesta social, la autodefensa callejera y el uso de fuerza que podemos acumular. Debemos contribuir a organizar la Rebeldía , construir bases de autodefensa, redes de comunicación y educación alternativa. Es necesario que sectores populares cada vez más amplios estén dispuestos a respaldar y asumir estas ideas.
Los rodriguistas no nos rendimos a la desesperanza, no aceptamos el realismo político que baja la bandera de la construcción alternativa y el camino de la revolución social. El realismo político consiste en conocer y estudiar la realidad para cambiarla, no para someterse a ella.
El homenaje justo a nuestros compañeros debe teñirse de rebeldía ante la explotación y la represión. Junto a nuestros hermanos rodriguistas caminan Daniel Menco, Alex Lemún, Eduardo Miño, Rodrigo Cisternas, luchadores heroicos de este nuevo tiempo. En la protesta estudiantil, en la multitud obrera, entre los pobladores, con los campesinos y las mujeres vemos sus rostros sonrientes, sus puños alzados, su solidaridad a flor de piel, su amor y su desinteresado espíritu de lucha.
Julio y Roberto, presentes en la lucha popular.
Honor y gloria a nuestros hermanos.
Dirección Nacional
Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez
El 23 de agosto de 1984 quedará registrado en las páginas de nuestra historia. Un pequeño grupo de combatientes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez ejecuta una operación para recuperar armamento popular. En esta heroica acción caen combatiendo nuestros hermanos Julio Oliva Villalobos y Roberto González Lizama. Ricardo Hermosilla es herido y hecho prisionero, fugándose años mas tarde desde la cárcel pública de Santiago.
Nos reunimos hoy para recordarlos, para traerlos de nuevo a nuestras vidas, para que estén presentes en cada jornada de nuestra actual lucha.
Pero no queremos homenajearlos como a seres inmóviles, como estatuas de piedra. Los recordamos como vivo ejemplo de consecuencia revolucionaria.
El Frente Patriótico Manuel Rodríguez surge como una organización político-militar capaz de enfrentar al terrorismo de estado en todos los terrenos, incluido el armado. Nuestro ideario, inspirado en la gesta independentista, atrajo a miles de patriotas que comprendieron la necesidad de golpear al fascismo y derribar la dictadura pinochetista. Las acciones audaces, desestabilizadoras, la resistencia, se hicieron carne, sobretodo, en la juventud, que generosamente entrego todas sus energías en este empeño.
Somos herederos de la Política de Rebelión Popular de Masas, nos sentimos portadores de un anhelo de libertad y justicia social expresado a lo largo de la historia.
Vivimos en una sociedad que sigue acrecentando las diferencias sociales y cuyos principios se basan en la exclusión, la marginación y la represión de millones de seres humanos. Nos enfrentamos a un sistema político que restringe los derechos de las personas y viola la dignidad del ser humano.
En este nuevo periodo, los rodriguistas hemos diseñado la política del Poder Popular Revolucionario, como respuesta de carácter estratégico y tambien como guía de nuestro cotidiano accionar combativo.
Nuestro camino es la construcción de un movimiento popular , de un poder popular, con capacidades en todos los planos, que no dependa del Estado, que actúe como contrapoder, es decir, un poder desde abajo, diverso, autónomo, que centralice ideas y descentralice su accionar y creatividad.
Aspiramos a la democracia directa y participativa, germen del Poder Popular, entendido este como la capacidad política de autogestión y autogobierno de las organizaciones territoriales y sociales.
Nada ha cambiado en beneficio de las grandes mayorías, y nada cambiará por propia voluntad de los administradores y dueños del poder.
Nada tenemos que esperar de este gobierno. La concertación es parte del mal mayor, por tanto seguiremos de forma invariable opuestos a sus políticas, a sus discursos y a sus mentiras.
Consideramos imprescindible combinar creativamente las formas de lucha social y política, legal y clandestina, la protesta social, la autodefensa callejera y el uso de fuerza que podemos acumular. Debemos contribuir a organizar la Rebeldía , construir bases de autodefensa, redes de comunicación y educación alternativa. Es necesario que sectores populares cada vez más amplios estén dispuestos a respaldar y asumir estas ideas.
Los rodriguistas no nos rendimos a la desesperanza, no aceptamos el realismo político que baja la bandera de la construcción alternativa y el camino de la revolución social. El realismo político consiste en conocer y estudiar la realidad para cambiarla, no para someterse a ella.
El homenaje justo a nuestros compañeros debe teñirse de rebeldía ante la explotación y la represión. Junto a nuestros hermanos rodriguistas caminan Daniel Menco, Alex Lemún, Eduardo Miño, Rodrigo Cisternas, luchadores heroicos de este nuevo tiempo. En la protesta estudiantil, en la multitud obrera, entre los pobladores, con los campesinos y las mujeres vemos sus rostros sonrientes, sus puños alzados, su solidaridad a flor de piel, su amor y su desinteresado espíritu de lucha.
Julio y Roberto, presentes en la lucha popular.
Honor y gloria a nuestros hermanos.
Dirección Nacional
Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez